Las preguntas sobre el futuro de Zidane se empiezan a multiplicar en las ruedas de prensa del entrenador del Real Madrid. Y la sensación es que, en las tres comparecencias que le quedan, las incógnitas sobre lo que hará cuando se ponga punto final a la temporada irán en aumento. El francés no quiere cerrar un debate que por el momento no afecta el vestuario, pero sí tiene intranquilo a un club que, aunque se huele cosas, no sabe a ciencia cierta si la próxima temporada Zizou seguirá siendo el capitán del barco madridista o, por el contrario, tendrán que buscar un nuevo conductor de la nave blanca.
Zidane ha pasado del «se lo voy a poner muy fácil al club, porque me lo ha dado todo» en la previa ante el Sevilla al «hay momentos en los que tienes que estar y otros en los que te tienes que ir por el bien de todos» antes de jugarse la Liga en Bilbao. No dice nada, pero deja todas las puertas abiertas y la sensación de que, cuando el árbitro pite el final del partido ante el Villarreal dentro de una semana, hará las maletas para dejar de ser entrenador del Real Madrid. O por lo menos eso empieza a pensar la entidad, que tampoco descarta que pueda continuar. No es sencillo descifrar lo que le pasa por la cabeza al francés.
El día en el que se cumplen 19 años de la conquista de la Novena, la Champions que siempre se identificará con la volea de Zidane, el Real Madrid mira al ahora entrenador con incertidumbre. Por los pasillos de las flamantes oficinas de Valdebebas hay opiniones para todos los gustos, pero todas coinciden en que la temporada está siendo tremendamente complicada y el desgaste es máximo. Cada vez son menos los que piensan que va a seguir, y los que creen que se va a marchar tienen claro que Florentino Pérez no le despedirá pase lo que pase. Sólo Zizou sabe lo que hará, pero el club, decida lo que decida, siempre le apoyará. Ambos se han dado mucho y la relación, suceda lo que suceda, no de deteriorará. De hecho, si el francés quiere, siempre tendrá un puesto dentro del club.
El Madrid prepara el futuro
El Real Madrid respeta al máximo a Zidane. La cúpula es consciente de que, a pesar de sus errores, es el entrenador perfecto para los blancos. Pero si decide dar un paso al lado también tienen claro que el elegido es Raúl González. Hay más nombres encima de la mesa, no muchos, pero sin duda en la pole está el entrenador del Castilla.
Raúl está luchando con el primer filial madridista por subir a Segunda División y en el seno de la entidad le ven preparado para asumir un banquillo como el del Real Madrid. Su forma de trabajar, la idea que tiene de juego, su carácter y lo que significa para el madridismo, por ser una de las grandes leyendas del club, le convierten en el heredero perfecto de Zidane si decide dar un paso al lado.
El eterno ‘7’ madridista ha recibido buenas ofertas desde la Bundesliga, un fútbol que conoce perfectamente, pero si el Real Madrid le pone encima de la mesa la posibilidad de sentarse en el banquillo del Santiago Bernabéu parece complicado que pueda decir que no. Si esto pasa, otro de los técnicos que están en la lista es Allegri, que siempre ha sido muy del gusto de las altas esferas, o Löw, que dejará Alemania una vez finalice la Eurocopa.